He aquí Magade Qamar, mujer que se prende sutilmente de la luna para dejar volar su imaginación. El tablero de la mesa muestra un aspecto uniforme: unos pocos libros de amigos apilados a un lado, un calendario para no acordarse del día en el que vive, la lámpara y el ordenador con sus veinte cables por fuera. No puede faltar un manojo de hojas irregulares donde anotar aquello que luego no suele escribir y un bolígrafo de tinta morada.
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Propìa |
Mira por la ventana. El calor la hace resoplar. Se pone un poco nerviosa porque, como siempre, cuando vienen las ideas, vienen todas de golpe.
En ocasiones, la inspiración toma formas complejas, y ella lo sabe. Como una cortina de teatro, esta se abre paso entre sus pensamientos. Hoy ha decidido llamarse Zhephyra, por eso del misterio y la creatividad, y aparece convertida en un personaje sarcástico y agotado, adoptando la forma de una mariposa.
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Mehmet Ciril |
Zhephyra: (Frunciendo el ceño). ¡Basta! ¿No puedes dejarme en paz por un momento? Estoy harta de tus súplicas desesperadas y tu constante necesidad de mí.
Magade: (Sorprendida). ¿La inspiración hablando? ¿Estás... harta de mí?
Zhephyra: (Cruzando los brazos). ¡Claro que sí! Siempre me buscas y solo cuando te conviene. Me agotas con tus exigencias y expectativas. ¿Qué hay de darme un descanso?
Magade: (Sin salir de su asombro). ¿Qué necesitas un descanso? Pero si cuando te llamo no vienes y cuando vienes me llenas la cabeza de tal manera que no sé por dónde ir. Pero está claro que no puedo escribir sin ti. Espero que esto lo comprendas.
Zhephyra: (Suspirando hace una pausa). Está bien, te entiendo. Pero necesitas aprender a encontrarme en los lugares menos esperados. No soy una máquina que se activa con solo presionar un botón. Debes vivir, experimentar, abrirte al mundo.
Magade: (Con alma reconciliadora). ¿¡Pero tú estás hablando conmigo o te equivocas de cabeza?! ¡Si apareces hasta en mis sueños! ¿No te parece un buen sitio dentro de mi alma, al lado de mi corazón? ¿Por qué te crees que escribo todo lo que escribo? Me aferro a ti porque eres la parte esencial de mi creatividad, de mi imaginación. Mi cabeza está llena de historias, pero si no fuera por ti, no sabría cómo plasmarlas. Mi intención no es agotarte, sino tenerte presente como cada latido de mi vida. Yo no necesito ir a buscarte a ningún lugar, tú siempre estás en mí. Sí, es cierto, a veces te distraes (sonríe).
La inspiración parece relajar el gesto y se acerca a Magade de manera más amistosa, posándose en las manos de la escritora.
Zhephyra: ¿Quieres decir que soy tu guía y no un recurso agotado? ¿Qué soy la chispa que necesitas?
Magade: (Asiente con una sonrisa). Estás en cada experiencia, en cada emoción, en cada intención, en cada sonrisa... Flotas en mi pensamiento y me elevas. Y lo mejor de todo es que no solo te preciso yo, sino todos cuantos me rodean en este universo azul plagado de letras.
La inspiración sonríe y desaparece lentamente, dejando a Magade sola en el estudio. Suspira, esboza una sonrisa y las primeras letras de su nuevo escrito empiezan a surgir por arte de magia, más bien de Zhephyra que, contenta, ve volar las palabras como mil mariposas revoloteando.
Este es mi aporte a la convocatoria de junio (cierre) de microteatro propuesta por Merche, escritora, que debe ser un autohomenaje como participante en sus retos. Si te gusta el teatro en pequeño no dejes de pasarte por su espacio de literatura.
Además, ha realizado un excelente trabajo de recopilación de este pequeño teatro que comparte en abierto en este enlace.