Esta palabra, fácilmente identificable, tiene un origen francés. Evidentemente, rose y clair, rosa y claro. Aunque, como lengua romance, su matiz es latín, rŏsa, que, sin cambio alguno en su estructura, se refiere a la rosa flor. Curiosamente, el nombre de rosa como flor puede ser el préstamo de una antigua lengua mediterránea, posiblemente, semítica.
Pero hablando en sí de rosicler, tenemos dos evoluciones en su significado y, por tanto, válidas ambas. En principio, seria ese color encendido y brillante, muy parecido al de la rosa encarnada. Pero, por otro, ese rosado, clarito o pálido. que tiene el cielo al alba. El color de la aurora.
Poéticamente, podemos usarlo como un adjetivo.
También recibe ese nombre un mineral, perteneciente a los llamados "rubíes de plata", el cual tiene el color y el brillo del rubí por su combinación de arsénico, azufre y plata, de ahí que se le llame también plata roja.
Tiene el rosicler en los nidos de su pelo,
rosarios caracolados
que el viento acuna.
Brilla encendida la luz en el rosa de sus mejillas
como enredos de caricias que susurran
sobre el amanecer de su sonrisa.
©ɱağ
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Obra de Gabriel Pacheco |