Se había criado entre los dragones rojos del sur, poseedores de una sin par magia ancestral dada solo cada once generaciones, y custodios, por encima de todo, del saber de los libros mágicos, de los libros ocultos y de los libros prohibidos.
Solo unos pocos de ellos tenían el don de poder leerlos, de poder interpretarlos y de poder transcribirlos; y, a veces los augurios no se cumplían pues, a la hora de la verdad, eran los libros y la luna los que decidían.
Solo unos pocos de ellos tenían el don de poder leerlos, de poder interpretarlos y de poder transcribirlos; y, a veces los augurios no se cumplían pues, a la hora de la verdad, eran los libros y la luna los que decidían.
DeviantArt |
La tradición decía que debía darse una serie de factores a modo de una profecía: Estos dragones especiales debían ser fruto de una madre primeriza, crecer en un huevo azul que eclosionara en luna llena o a lo sumo en cuarto creciente pues la influencia de la luna era primordial ya desde el primer momento, al ser ella quien marcaba en el nido si serían hembras o machos... Y solo podían ser hembras para que se cumpliera todo. Así era, entonces, que el nacimiento solo fuera el primer paso... mas había que esperar...
Aquellos días llenos de incertidumbre se aprovechaban para preparar los Actos de Sanción, rituales atávicos desde el principio de los tiempos, hasta que llegaba la decimotercera noche.
De las cuatro candidatas, esa noche solo emergió el nombre de una de ellas. Un nombre que la haría pasar a formar parte del ancestral mundo de las Dragonas del Saber. Un nombre inscrito en el Gran Libro, con el cual iba a ser reconocida desde ese trascendente momento: Hanaysa, "la que tiene buen corazón y guía por el buen camino pues su sabiduría es grande".
Ilustración extraída de la red |
Con dragonas así, uno puede estar más tranquilo. Precioso cuento.
ResponderEliminarEsta historia promete :) ¡Esperaremos la continuación de la historia de Hanaysa.
ResponderEliminarDesde el inicio ya exhala una nube de magia, y así es todo su recorrido.
ResponderEliminarUna historia con todos los ingredientes que tiene lo milenario y lo mágico.
Es precioso, Mag.
Mil besitos, preciosa.
El nacimiento de una líder, con todo esa mística que ha de tener un acontecimiento de tal magnitud. Bonito relato con mucha fantasía.
ResponderEliminarBeso dulce.