9 de mayo de 2016

Filtrum

También llamado surco subnasal o surco del filtrum o poción del amor.
Es esa pequeña depresión que tenemos debajo de la nariz, sobre la boca. Tiene dos crestitas ligeras en la piel que lo cierran. Tanto su tamaño como su longitud son variables aunque tiene forma de dos paralelas que parecieran querer juntarse bajo la nariz. 
Sirve para que tengamos un mayor movimiento de los labios. 

En los perros, por ejemplo, está en medio de la trufa, separando los dos orificios nasales para mantenerla húmeda.

Hay una bonita historia que se ha representado en diferentes culturas, que viene a decir algo así como que ese surco lo tenemos los humanos a modo de señal divina, de misterio, debido a que un ángel nos viene a visitar justo antes de nacer para acallar en nosotros todos los secretos del universo, de la vida y de la muerte. Esa marca sería la señal de su dedo silenciándonos. 

En realidad, si nos ponemos el dedo, este cabe perfectamente. 

Y según la mitología griega, este filtrum sería una de las partes más sensibles del cuerpo humano. De ahí, su nombre, ya que la palabra deriva del griego "philtron", que significa "amar" o "besar".

Ilustración de Nicoletta Ceccoli

5 comentarios:

  1. Una curiosa y bonita historia. Podría ser verdad y así dar magia a esa parte de nuestra cara.
    Qué bonito, Mag.

    Mil besitos, preciosa mía.

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    1. Gracias, Auro. Verdad o no eso es cierto que tiene ese viso romántico. La palabra, de entrada, no es agradable de pronunciar. Suena a todo menos a lo que es. Pero por algo se le llama así. Me gusta el origen griego.
      Un beso muy grande.

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  2. Interesante siempre conocer el origen de palabras tan peculiares y en este caso una parte tan visible del rostro, en mí ese filtrum es pronunciado y marca mis labios en aquella zona.

    Beso dulce para ti.

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    1. Mira que detalle más guapo, Dulce. Debe ser bonita la boca entonces.
      Un beso enorme.

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  3. Me gusta lo del dedo que dice callar. Deberías mandar este post a algunos políticos porque empezamos a estar de nuevo en campaña electoral; si es que no la hemos dejado en los últimos meses.

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Escribir desde el alma del niño que habita dentro nuestro es abrir las alas del adulto que somos.
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