3 de junio de 2016

Lola, la caracola

 Lola, la caracola, en la orilla del mar suspiraba
 a la luna en cada noche clara imploraba 
 serena que ser nube deseaba:
Nube blanca de lluvia, 
nube gris de tormenta, 
nube de algodón… 

Y la luna, conmovida por su pena, 
  al viento mentó y  el mar levantó. 
Y Lola, la caracola, ascendió 
y en una nube se posó… 
Llovió… y la nube lloró… 
y Lola, la caracola,  al mar cayó 
y cuenta se dio de que su nube en mar se volvió.

Lola, la caracola, de espuma se vistió
y la luna un secreto le otorgó:
Mujer de mar sería
en noches de llena luna.


Ilustración de Catrin Welz-Stein

4 comentarios:

  1. Me encanta esta historia, guarda secretamente un deseo... Al menos así me lo imagino o es lo que yo quiero que sea para mí.
    Me gustó mucho, Mag.

    Mil besitos, preciosa.

    ResponderEliminar
  2. Deseos que se cumplen, yo conozco a una caracola así, por eso puedo decir que los deseos se cumplen.

    Beso dulce y dulce fin de semana para ti.

    ResponderEliminar
  3. A veces, no nos damos cuenta de que nuestros sueños ya están con nosotros y nos rodean; aunque puede que sea de otra forma.

    ResponderEliminar
  4. Muchísimas gracias a tod@s. Os agradezco tanto la visita, las palabras, el cariño.
    Besos.

    ResponderEliminar

Escribir desde el alma del niño que habita dentro nuestro es abrir las alas del adulto que somos.
Gracias por disponer de un ratito y pararte aquí.


↓↓↓ Notas de interés a pie de página ↓↓↓

De mis viajes en caracola...