Tiene que ver con incienso, obviamente, del latín incendere, “encender". Esta palabra latina da origen también al término "incensario" (el instrumento metálico para incensar), mientras que la raíz griega tus, turis, que también significa incienso, explica la palabra "turíbulo" (incensario) y "turiferario" (el que lo lleva), “fero”, del latín llevar.
Dejó de usarse en su momento porque turiferario se relacionaba con seguidor de ídolos, el que llevaba incienso a quemar para los ídolos, lo que no cabía demasiado en aquellas cabezas al considerar la idolatría como herejía. De modo que también cambiaron el uso del término “tus” por el eufemismo incensum. Más bien era porque tampoco se disponía siempre de los inciensos de Arabia que los “idólatras” sí tenían, por lo que quemaban cualquier otra sustancia que pudiera servir.
En el lenguaje culto se utilizaba para mencionar al acérrimo lisonjero y acólito adulador y servil de cualquier otro personaje o grupo cuya labor principal era el halago y el aplauso gratuito y ciego a cualquier manifestación del ídolo.
Apareció por primera vez en el DRAE en 1780 para referirse a la persona que lleva el incensario y servía el incienso en los oficios religiosos: Turiferarĭus.
En las siguientes ediciones fue variando ligeramente su significado pero siempre en sentido masculino. Pero ya fue en su edición de 1985 cuando se le dio la segunda acepción, la de halagador ciego; desapareciendo ya en las posteriores.
Sin embargo, en el diccionario de María Moliner sí se admiten las dos definiciones.
Por cierto, el incienso se obtiene de un árbol llamado Boswellia Sacra, nada que ver con la planta del incienso, Plectranthus Madagascariensis, que es preciosa y evita bichos. Tiene unas suaves hojas dentadas, medio en forma de corazón, de un bonito tono verde y ribeteadas en un blanco verdoso.
Pablo Neruda en su poema "No hay perdón" de su "Canto General" (XIII-" Coral de año nuevo para la patria en tinieblas"), comienza así:
Yo quiero tierra, fuego, pan, azúcar, harina,
mar, libros, patria para todos, por eso
ando errante:
los jueces del traidor me persiguen
y sus turiferarios tratan,
Qamar, los pelotas de la red, ¿cómo se llamarían?
ResponderEliminarTocah...
EliminarPero podrían ser tuiferiar@s digitales que me has dicho... Mas suena muy feo.
Qamarbesis, Ratón.
No es una palabra fácil, ni de uso común, y supongo que muchas palabras como esta van mutando en el tiempo, por ello se dice que el lenguaje es vivo.
ResponderEliminarBesos de dulce.
Yo le cambio una letra siempre.
EliminarSi, la verdad es que hay campos donde estas palabras son más habituales.
Un besazo.