Más allá de donde las palabras clamaban rogando al viento, tras la empalizada de madera y alambre de púas, quedaba todo lo que ella ansiaba. No era la libertad, eran los espinos blancos.
El estío estaba llamando a la puerta y alguien había osado romper el pacto: "Esta tierra es libre por siempre".
Respiró tan hondo que el aire la partía. Tal vez fuera la indignación. Tomó su teléfono e hizo unas cuantas llamadas. Antes del atardecer no quedaba rastro de aquella frontera. A los días, el valle se blanqueó: Los espinos estaban floreciendo y ella, sanadora, cosecharía sus frutos.
(100 palabras)
Pensamientos perdidos / Michael Cheval |
Palabra clave: Teléfono |
"Escribir Jugando" es un reto mensual de escritura creativa. Lo organiza la escritora Lidia Castro Navas desde su blog y consiste en microrrelatos o poesías con límite de 100 palabras inspirándonos en una carta propuesta y el dado que la acompaña.
Has logrado un tierno relato en tan pocas letras, eso ya es importante y que tenga sentido es mucho más. Una bella imagen la elegida. Un besazo y me encantan estos cortos textos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Campi. Me voy haciendo a ellos pero me cuesta. Rara vez me salen a la primera pero a base de practicar, algo se logra.
EliminarLa foto es muy bonita, es cierto, y creo que iba bien a la historia. Ya sabes que me gusta poner aportes de arte.
Un beso enorme y de nuevo, mil gracias.
Me encanta. Me ha sorprendido el uso del espino (además del alambre de púas) y el cambio del blanco de la nieve por la del espino blanco, con sus usos medicinales tan apreciados. Como siempre, muy buen trabajo, Maga. Gracias por tu aporte. Te mando un abrazo grande y hasta pronto 😊😘
ResponderEliminarMe alegra escuchar eso, Lídia. En realidad es una contraposición positiva. Muchísimas gracias por lo que me dices y a ti por permitirnos la posibilidad de elucubrar .-)
EliminarUn beso enorme y hasta la vista. Cuídate mucho.
Ohh me encanta! Me gustó mucho esa idea de salvar los espinos! Ni siquiera por la libertad, solo por ellos!
ResponderEliminarQué buen relato! Emocionas!
Beso enorme.
Los espinos, Luna, no solo son bellos también tienen poderes sanadores. Ya sabes cuánto me gusta esa particularidad y suelo recurrir a ella. Y sí, era la libertad de la naturaleza.
EliminarMuchas gracias por venir un ratito.
Un beso.
El espino blanco... me encanta esta flor, por aquí tenemos muchas y ahora con una historia preciosa. Me ha encantado esta fantasía y la imagen es preciosa, mi querida Mag.
ResponderEliminarMil besitos llenos de cariño que te lleguen y muy feliz semana ♥
Mil gracias a ti, mi querida Auro. Creo que la imagen os ha gustado a todos. Me congratula.
EliminarCreo que, aunque no sé me da bien esto de los relatos cortos, siempre le pongo esperanza e ilusión. La fantasía ha de ser inherente.
Un beso muy grande y muy feliz día.
que Bonito has contrapuesto el espino como cárcel con el espino como libertad.
ResponderEliminarMuchos Besosss, Mag
Dos espinos, Gabi, uno que atrapa y castiga, y el otro que libera y sana. Así es, como dices.
EliminarMás besos para ti y a cuidarse y sonreír.
Mil gracias.
Que bonito relato, si se entendiera de que la naturaleza es un patrimonio de todos y no solo de algunos, esa libertad en el mundo sería mayor.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda y dulce semana.
Así es, Mi Estimado Dulce, no nos damos cuenta de que a más castigo hacia la Naturaleza, a más prisión y trabas, más nos estamos autocastigando. Paciencia que ya queda cada día menos. Solo cuando no haya solución intentaremos hallarla.
EliminarMil gracias por este ratito para mí.
Un beso enorme.
Tanto el relato como las imágenes son magníficas. Me encanta visitarte. Besos :D
ResponderEliminarY a mí, recibirte, Margarita. Siempre.
EliminarMe alegra que te haya gustado la entrada :-9
Un beso.
Hay más flores con espinas que las rosas. Para alegría de la poesía.
ResponderEliminarBesitos
Hay mucho cardo suelto. Esos pinchan igual verdes que secos... y has espinas que ufff, sí, como dices, más que flores en el sentido negativo y en el positivo, más pétalos que iluminan la poesía.
EliminarUn beso enorme.