30 de marzo de 2022

Segundo de Chomón y Ruíz, el mago de las fantasmagorías

La manivela

¿Quién fue este señor?  Primero, digamos que alguien de mi tierra pues ya sabéis que intento traer a algún personaje ilustre o curioso nacido en Aragón. Segundo, un mago pero no de los de chistera y guantes blancos, sino un genio, un maestro y un pionero de finales del s. XIX y principios del S. XX dentro del mundo de la fotografía, dirección, operación, realización de películas.

Aunque no se sabe mucho de su infancia sí nos ha dejado un magnifico tesoro cinematográfico. Hay documentación a partir de 1902. Además, muchos de los archivos de su obra se perdieron durante la Guerra Civil cuando Teruel (Aragón, España) fue destruida. Nació en esta ciudad en 1871 y falleció en 1929, a la edad de 57 años, en París adonde con 24 fue a "aprender cine", enamorado del cinematógrafo de los Lumière  —llegó justo tres meses antes de su presentación—. Dicen que murió a consecuencia de una enfermedad adquirida en África, cuando fue a estudiar los colores, una de sus obsesiones y pasiones, y, así, investigar y mejorar sobre la fotografía en color y la aplicación de rayos ultravioletas al cinematógrafo. Podemos decir, en cierto modo, que también era algo científico. 

Logró acabar la carrera de Ingeniería pese a haberla interrumpido para hacer el servicio militar y cumplir destino en Cuba. Junto al ingeniero suizo Ernesto Zollinger, diseñó un sistema para el rodaje de películas en color que recibió en 1923 el Diploma de la Gran Medalla de Oro de la Exposición Internacional de Fotografía, Óptica y Cinematografía de Turín. De ahí La mimosa, una película argumental que se convirtió en unas de las primeras en color del cine italiano. 

En París trabajó con la casa Pathé Frères —fundada en 1896 y era el nombre de la mejor compañía  dedicada a la industria del cine y a la producción de discos fonográficos— para realizar una película y competir con el mismísimo Méliès, el no va más del cine en ese momento. Con Pathé pudo realizar entre cien y trescientos cortos en los que aplicó técnicas novedosas como el coloreado a mano que posteriormente se patentaría como pathécolor.

Carta de la casa Pathé a Chomón, 14/10/1902.
En ella se alaba su trabajo y se le encargan más trabajos. 
Historia del dibujo animado español / José María Candel / 1993

De su cabeza salieron ideas tan locas para la época como realizar viajes interplanetarios. De él es el primer viaje al espacio de la historia del cine con Viaje a Júpiter de 1909. Tenía un talento innato para el control de las cámaras. Mezclaba mímica, sombras chinescas y magia para crear realidades fantasmagóricas increíbles. 

Viaje a Júpiter
Un rey que se aburre y el reino se le queda pequeño...

Sus filmes están repletos de brujas y diablos, de fantasmas y castillos, de monstruos y pesadillas que ponían los pelos de punta entonces y hoy maravillan. Su amor por el color lo plasmaba en las hadas, las fantasías arábigas o apoteosis florales. Los extraterrestres, las invasiones y las apariciones de seres espectrales que surgían y se desvanecían o mutaciones misteriosas las recreaba de manera sobresaliente. Puede decirse que introdujo una nueva clase de género, las fantasmagorías, también llamado cine feérico.:  La gallina de los huevos de oro (Albert Capellani, 1905), "El hijo del Diablo" (Charles Lucien-Lépine, 1906), "Satán se divierte" (1907) y "El hotel eléctrico" (1908), muy influenciada por un trabajo anterior del norteamericano James Stuart Blackton, The haunted hotel (1906) o El biombo de Cagliostro (1902) son claros ejemplos de ello.

Por eso al principio de esta entrada me refería a Chomón como genio porque inventó técnicas de color nunca vistas hasta ese momento y que aplicó a sus películas, tintándolas a mano. Maestro por los efectos especiales empleados y pionero porque, por ejemplo, fue el primero en utilizar las sobreimpresiones sobre fondos transparentes, es decir, proyectar imágenes en una pantalla situada detrás de los actores.

Choque de trenes de 1902, uno de sus primeros films, es la primera película española donde se utilizaron maquetas y La casa de los duendes de 1907 fue, también, la primera donde se hablaba de casas encantadas y se utilizaban los dibujos animados, aunque no como los conocemos ahora, obvio.

Según se cuenta, la animación la descubrió gracias a una mosca inoportuna que se había posado en el objetivo de su cámara cuando estaba realizando unos rótulos, aunque lo más probable es que fuera la influencia de la película The haunted hotel que os he nombrado ya.

Fotograma de La casa de los duendes donde aparecen los dibujos animados.

Aunque la animación es más que los dibujos animados, en este campo cada uno tira para su tierra. A pesar de que la cronología no coincide, los franceses atribuyen la invención del dibujo animado a Emile Curtet y los americanos a Stuart Blackton. Pero, sea como sea, nosotros tenemos a Chomón y no cabe duda de su genialidad, inventiva y curiosidad.

La casa encantada (esta está coloreada)
Los monstruos que aparecen y desparecen, el cuchillo que corta solo, el salchichón que corre por la mesa y  no deja que se escape... y la vajilla que hace de las suyas...

Hay que decir que su obra, y él mismo, tiene un vínculo con lo esotérico y lo misterioso. Era descendiente de un caballero francés, Hugo de Vermandois, que en el s. XII, durante el Imperio Bizantino, lucho en las Cruzadas. Y su apellido, Chomón, se parece mucho a Chaumont, nombre de un castillo de estilo renacentista ubicado a orillas del Loira, en el pueblo de Blois.  Tal vez por eso estuvo mucho tiempo sin llevar tilde. Dicho castillo, que había perdido los favores del rey Luis XI y lo tiró abajo, ya tenía constancia durante la Edad Media de exorcismos y hechos extraños. Fue en él donde Catalina de Medicis, quien lo comprara en 1550, se entretenía con magos y astrólogos. Uno de ellos fue Nostradamus al que reclamó para que le dijera cuál iba a ser el futuro de su casa. No fue buena idea preguntar. Ya sabemos cómo acabó la cosa.

No fue hasta 1900 cuando decidió dedicarse casi en exclusiva a la cinematografía. Su carrera la llevó a cabo entre 1902 y 1927 en España, Francia (1906-1909) e Italia (1912 -1923), también en Marruecos y Túnez, con títulos como el mencionado Choque de trenesLos guapos del parque o Se da de comer, estas dos últimas de tinte cómico, Gulliver en el país de los gigantes o la obra maestra El hotel eléctrico, rodado a paso de manivela, fotograma a fotograma —lo que se llama stop motion y que podemos ver en películas como Harry Potter— que le permitía alterar la posición de los objetos.

El hotel eléctrico, 1905
No perdáis de vista la maleta y cómo se deshace ella misma.

En 1900 acabó su contrato con Pathé, entonces decidió ir a Barcelona donde fundó la primera productora de cine española junto a Luis Mayaca y Alberto Marro. Trabajó como especialista en la impresión de títulos en español para las películas que se importaban, realizando el coloreado a mano de las copias de filmes de intención fantástica o espectacular y cabría añadir, también, las tareas de realizador y operador.
Dentro de su actividad cinematográfica española, tan variada como apasionante, destaca La expiación, asunto altamente dramático —según las gacetillas de la época— que, dentro de sus limitaciones, establecía ya una argumentación exhaustiva con conflicto, nudo y desenlace, según los moldes clásicos de la narrativa. 

Chomón es lo que se dice el creador de la zarzuela cinematográfica, lo que vendría a ser, el cine musical. Eran los primeros tiempos del cine y era como un sucedáneo del teatro de sainetes y zarzuelas para ser un anticipo, aunque fuera rudimentario y sencillo, del cine sonoro. 
A la película se la acoplaba el disco fonográfico que, con más pena que gloria, se sincronizaba con la imagen. A este cine parlante contribuyó con una serie de películas como Los guapos que recoge, en síntesis, la zarzuela del maestro Jerónimo Jiménez. Sin duda, corresponde al nutrido grupo de películas parlantes que tanto difundió Ignacio Coyne (1872-1912), un maestro de la cámara oscura y apasionado del cine, yendo desde la más ingenuamente cómica a la más exaltada fantasía, que es a donde Chomón deseó llegar aunque, entre medias, no dijera no a realizar documentales y reportajes como La boda de Alfonso XIII en 1906 o cine del llamado "de consumo " tal que Adiós a un artista, Amor gitano, de estilo costumbristaCarceleras, todas de 1911.

Metamorfosis, 1912
Puros  trucos de magia. Esta es preciosa.

En la película italiana Vida y pasión de Nuestro Señor Jesucristo del director Lucien Nonguet, de  1907, aparece por primera vez, de manera consciente, el travellíng de cámara y los primeros planos cenitales también son de Chomón como los trucos que permitían ver a Jesús caminando sobre las aguas, la adoración de los pastores, la transfiguración o la ascensión.

Esta es muy larga. Sirva como curiosidad.

Cartel de la película italiana Cabiría de Giovanni Pastrone, 1914.

En la década de los 70 del siglo pasado, a pesar de configurar el lenguaje y la técnica cinematográfica ahí donde estaba la meca del cine —Francia e Italia—, mucho antes de que Hollywood lo copara todo, Chomón parecía ser un completo desconocido. Su olvido se había iniciado cinco años después de su muerte, cuando sus restos fueron arrojados a una fosa común del cementerio de Pantin. Pero fue justo en Francia, en 1971, cuando en el Festival de Cine de Annecy se proyecta uno de sus grandes filmes, el mencionado El hotel eléctrico. La crítica y el público se llevaron las manos a la cabeza. En España sería también ese mismo año, en la IV Semana internacional de cine fantástico y de terror de Sitges, donde puede verse la misma película. Así, como en la trama de una de sus películas, resurge la figura del gran maestro del cine fantástico y de animación.


Segundo de Chomón protagonizando una de sus películas

Sirva esta entrada como homenaje a este gran talento, el primero en realizar cine científico y de reconstrucción histórica,  que muchos no conocen  y a quién los directores más importantes de la época como Zecca, Pastrone y Gance se disputaban.  Precisamente, su último trabajo fue la colaboración técnica en una película de Gance, Napoleón, en 1927, donde se utilizó un sistema de proyección panorámico que puede considerarte un precedente del Cinerama. 

Entre la que se ha perdido y aquella en la que no figuraba en los títulos de crédito —no era habitual por entonces—, seguro que su obra es mucho más extensa de lo que se conoce hoy en día.



21 de marzo de 2022

Primorosa

Todos los años por esta misma fecha —Día Mundial de la Poesía en las Caracolas, 2021— escribimos algo alusivo para celebrar una jornada especial aunque para quienes amamos el arte de las letras, de la escritura y, por ende, de la lectura, este día de la Poesía, con mayúsculas, es, en realidad, cada día porque ELLA está en cada persona que nos llega al corazón, en cada cosa que vemos y sentimos, en cada lágrima que nos inunda los ojos o en cada silencio que nos encoge el alma.

A ti, Poesía

Hablo con el silencio de tu boca
como un vendaval que inunda cada espacio entre mis dientes
y ahueca los hilos tibios que serpentean en torno a mis palabras 
—tus palabras—, 
cada una de las letras que hacen de ti, magia.

 Te percibo 
con el sentido inmenso que escuece en las yemas de los dedos,
que brilla en el instante perfecto de mis lágrimas
porque me inundas desde el hueso de mis latidos
hasta el eco profundo de mi alma 
donde enraízas fértil como un rosal carmesí,
de pétalos suaves y espinas glotonas.

Christian Schloe

Te amo
desde el instinto perdido de una estrella,
desde el ocaso brillante que perfila la mañana,
desde el momento preciso en que emerges como regalo de vida, 
¡grandiosa! con tu corona diamantina.
Y vibras dentro de mí
como el esplendor de las estacas de magnolios a finales de primavera
con tu aroma calmo y noble de pura dulzura.
©ɱağ

Christian Schloe

Con todo mi cariño para cada uno de vosotros.  Es vuestro si deseáis.
Picad en la imagen y desde la ventana emergente la podréis copiar.

Ilustración de fondo: Christian Schloe


9 de marzo de 2022

El vuelo

Se alzaban sobre su espalda las nieves de la vida y en sus manos se tibiaba el cáliz del tiempo. Mil pájaros errantes querían hacer nido en la aleta de su sombrero pero solo uno pudo ahuecar sus alas y dormir acunado al reloj de las horas. El hombre, entronado sobre los pasos ahítos de las nubes, respiraba callado el vuelo fugaz de su destino, lanzado desde la cuchara de aquella imaginaria catapulta solo para derribar sus más yermos muros.

(80 palabras)

L'homme au chapeau melon / ~1964 / René Magritte


Reloj
"Escribir Jugando"
 
es un reto mensual de escritura creativa. Lo organiza la escritora Lidia Castro Navas desde su blog y consiste en microrrelatos o poesías con límite de 100 palabras inspirándonos en una carta propuesta y el dado que la acompaña.

Reto opcional:  Que aparezca en la historia algo relacionado con la invención de la catapulta.

↓↓↓ Notas de interés a pie de página ↓↓↓

De mis viajes en caracola...