Observaba el temblor del aspen. A veces pensaba que era la analogía perfecta de sus emociones. Sin saber por qué, temblaba como aquellas flores, seguramente por el simple hecho de que la oscuridad era perfecta. Mil interrogantes asomaban a su cabeza y la velaban como el sueño que dudosamente llegaba. Se aferraba a las sábanas como si fueran las manos que la protegían. Rezaba mil rosarios pensando que las rejas que la tenían atrapada se abrirían en algún momento, pero sus miedos eran asfixiantes y dolorosos tal que agujas candentes que ni un halo de esperanza parecía iluminarla.
(98 palabras)
Caja de cristal / 1942 / Bridget Bate Tichenor |
Interrogante |
"Escribir Jugando" es un reto mensual de escritura creativa. Lo organiza la escritora Lidia Castro Navas desde su blog y consiste en microrrelatos o poesías con límite de 100 palabras inspirándonos en una carta propuesta y el dado que la acompaña.
Un reto bien logrado, pero me ha impactado la imagen, es como ver una persona en un mundo interior aterrador. No sé, me impacto.
ResponderEliminarBesotes libres de barreras y de jaulas. muakkkkk
Hola, Campi.
EliminarMi intención ha sido impactar y descubrir esa oscuridad que reina dentro de nuestra mente que nos hace sentirnos pequeños, cobardes y solos y no sabemos por qué.
Muchísimas gracias :-)
Un beso.
Buf, qué terrible sensación me ha llegado a través de tu relato. Tus palabras me han ido encerrando en esa jaula que, aunque transparente, se ha cernido aobre mí igual que sobre tu protagonista.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo grande, Maga!! 🤗💜
Muchísimas gracias, Lídia.
EliminarSinceramente, de un modo u otro, todos vivimos en una jaula de cristal rodeados de miedos por dentro y por fuera. Unas veces son insignificantes y podemos lidiarlos y otros, tristemente, se apoderan de nosotros hasta anularnos.
Un beso enorme.
El miedo es la peor de las jaulas. No conocía esa curiosa flor.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Yo tampoco la conocía, Mi Estimado Dulce. Fue a través de la convocatoria. hay flores que conozco pero no su nombre y de otras, la mayoría, ni una cosa ni la otra :-9
EliminarEs así, esos miedos que nos atenazan, que nos infunden unos extraños sentimientos y acusan emociones parejas. A veces, algo tan sencillo como la incertidumbre nos bloquea.
Muchísimas gracias.
un beso :-)
Las peores jaulas son las que nos creamos nosotras mismas.
ResponderEliminarBesitos 😘
Eso es cierto pero no siempre es fácil romper esos barrotes.
EliminarMuchísimas gracias, Ratoner.
Un beso enorme.
Los límites o rejas están en nosotros mismos... La llave, también. Una maravilla leerte, mi querida amiga.
ResponderEliminarMil besitos con mucho cariño y feliz día ❤️
Muy original ese relato de, posiblemente, el mundo interior, o el miedo a esa introducción al sueño, algo que no se puede dominar. Esas jaulas que a veces nos atenazan se encuentran dentro de ellos de forma nítida. Todo adornado con ese misterio y magia de tus relatos de Caracolas.
ResponderEliminarMuy bueno. Beso enorme.
Muchísimas gracias, José.
EliminarRealmente es como tú dices. Son medios espontáneos muchas veces, desconocidos, simples pero que forman murallas ante nosotros, como bocanadas de serpientes dispuestas a mordernos.
Un beso grande.
Reto muy bien superado.
ResponderEliminarHay cárceles física y cárceles mentales.
Besos.
Las físicas son malas, a veces el precio justo, pero las metales, esas son criminales. Un abismo del que no es fácil salir.
EliminarMuchas gracias, Toro.
Un beso enorme.
Hola, muy buen relato, una fotografía de lo que es un estado mental en desequilibrio. Tu relato atrapa y nos mete en ese mundo de angustia donde solo se desea salir. Buen trabajo... Saludos.
ResponderEliminarla imagen es muy significativa. Cuando me encontró supe que tenía que ponerla. Es la expresión viva de lo que somos frente al exterior y cómo nos comportamos desde dentro.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras, Ana.
Un beso.
Nuestras vidas se llenan de jaulas, en las que nos meten nada más nacer, en las que nos metemos sin darnos cuenta, las que adornamos con cortinas de oro pero siguen siendo jaulas....
ResponderEliminarEfectivamente, Beauséant. Nos formamos en una jaula y ya no la abandonamos hasta morir y ahí, seguimos en otra jaula, aunque sean los huesos. Mentalmente, los barrotes pueden ser indestructibles.
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario :-)
Un beso.
Mag: cómo me gusta tu blog. Es especialmente bonito. Toda su estética es fabulosa. Te felicito. Te espero por el mío. Abrazos. Susana
ResponderEliminarMag como puedo hacer para seguir tu blog?. Lo agregue a mi lista pero no puedo seguirte aqui en el tuyo. abrazos. Susana
ResponderEliminarHola, Mag, es difícil encontrar la salida a nuestros miedos, ojalá la encuentre pronto el personaje.
ResponderEliminarMuy bien resuelto el reto, muy poético. Un placer leerte.
Un saludo.
Hola, Ángel, bienvenido a esta tu casa.
EliminarEs cierto, no es fácil sacarse de encima esos miedos y lo peor es lo que duran y cómo nos afectan. Seguro que la protagonista halla esa luz que sabe que existe.
Gracias por tus palabras y visita.
Un beso.
Que maravilla. Cuantas sensaciones e inquietudes se desprenden de tu microrrelato. Me gustó mucho. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarHola, Nuria, bienvenida y muchísimas gracias por tu comentario y visita.
EliminarUn beso.
Si tan atenazaba la tenian sus miedos que ni dormir podia, estaba más alla de lo normalmente enjaulados que estamos. Tu prota, estaba un poco más alla de lo soportable.
ResponderEliminarBesosss multi, Mag
Gabi, realmente la protagonista está metida en un buen nido de arañas que tejen y tejen sin parar para no dejarla escapar. Lo triste de todo es reconocer el nido y no poder salir.
EliminarMuchísimas gracias por venir, Gabi :-9
Un beso enorme.
Impactante micro que remueve nuestros miedos paseando por nuestra mente para descubrirnos.
ResponderEliminarMuy bueno, Mag.
Abrazos
Hola, Lola.
EliminarTodos tenemos miedos que más o menos nos pueden limitar o nos hacen volar y tirar hacia adelante, pero cuando amedrentan y coaccionan así, debe ser muy desesperante la vida.
Muchísimas gracias.
Besos.
Hola, Maga. En cuanto hablaste de rezar mil rosarios di un respingo y pensé que la pobre protagonista era una novicia en un convento de clausura. Ya tenía yo la mente en busca de una forma en que se pudiera fugar de ese encierro tanto físico como espiritual en entre esos siniestros muros. Y aunque no fuera así espero que rompa su cárcel de cristal con o sin Aspen. Saludos
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