En este hemisferio norte apenas empiezan a madurar las fresas silvestres y a cantar las chicharras alguna noche. Tal vez por ello, Qamar sabe que algo especial va a suceder. Lo nota en su brillo. Está pletórica con sus halos de plata en la inmensidad de la noche.
—¿Por qué pareces tan contenta, Qamar? —le preguntó Elio, el sol sin h, fingiendo no saber nada. Pero sabía que muy pocas veces su eterna amiga se vestía de rosa fuerte, del color intenso de las fresas y no dejaba atrás, sino que se acentuaba, su dulzura.
—¡Cómo si no lo supieras! ¡Hoy, para los humanos, soy luna de fresa, la luna más dulce! —rio divertida—. Así que no solo lo parezco sino que también lo estoy.
Siempre le ha hecho gracia que los humanos, en su infinita imaginación y fantasía, la hayan bautizado con los nombres más increíbles: Sin, Bimbaio, Ixchel, Artemisa, Hécate, Rea..., Selene, Diana, Tecuciztécalt, Thot, Jonsu o Iah. Námi, Tsukuyomi y un largo etcétera de nombres mitológicos, sin olvidar todos aquellos otros que tienen que ver con algún fenómeno curioso como Luna, azul, luna de sangre, luna negra, luna de fresa, de aguamiel... Y, como si de una reminiscencia ancestral se tratara, curiosamente tenían que ver con algo relativo a las cosechas y a las estaciones del año. Y es que el Hombre siempre ha nacido, crecido y muerto pegado a la tierra y sus maravillas. Y si la tierra siente, si los hombres sienten, la luna también. Cierto, porque hubo tiempos de intensa locura que siempre lamentara. Pero hallaba otros ceremoniales y momentos en los que disfrutaba, y sigue sonriendo. Algunos ritos han pasado un poco a la historia pero, otros, siguen muy presentes.
Los nuevos astrólogos y astrónomos la ven de forma diferente. Continua agradeciendo y lo hace del mejor modo que conoce: Cuidando de Oceanal y toda su familia se mantengan controlados, aunque sabe que poco puede hacer cuando Madre Tierra se revoluciona y pone a todos firmes. Entonces, mejor callar y esperar que los acontecimientos pasen pronto.
—¿Por qué pareces tan contenta, Qamar? —le preguntó Elio, el sol sin h, fingiendo no saber nada. Pero sabía que muy pocas veces su eterna amiga se vestía de rosa fuerte, del color intenso de las fresas y no dejaba atrás, sino que se acentuaba, su dulzura.
—¡Cómo si no lo supieras! ¡Hoy, para los humanos, soy luna de fresa, la luna más dulce! —rio divertida—. Así que no solo lo parezco sino que también lo estoy.
Ilustración de Emelie Leger |
Siempre le ha hecho gracia que los humanos, en su infinita imaginación y fantasía, la hayan bautizado con los nombres más increíbles: Sin, Bimbaio, Ixchel, Artemisa, Hécate, Rea..., Selene, Diana, Tecuciztécalt, Thot, Jonsu o Iah. Námi, Tsukuyomi y un largo etcétera de nombres mitológicos, sin olvidar todos aquellos otros que tienen que ver con algún fenómeno curioso como Luna, azul, luna de sangre, luna negra, luna de fresa, de aguamiel... Y, como si de una reminiscencia ancestral se tratara, curiosamente tenían que ver con algo relativo a las cosechas y a las estaciones del año. Y es que el Hombre siempre ha nacido, crecido y muerto pegado a la tierra y sus maravillas. Y si la tierra siente, si los hombres sienten, la luna también. Cierto, porque hubo tiempos de intensa locura que siempre lamentara. Pero hallaba otros ceremoniales y momentos en los que disfrutaba, y sigue sonriendo. Algunos ritos han pasado un poco a la historia pero, otros, siguen muy presentes.
Conejo y luna / 2013 / Gabriel Pacheco |
Si os preguntáis quién es Oceanal, os diré que es el mar y todas las aguas del planeta. Dicho esto, sigamos con la historia. Esta noche de la que hablo es una noche singular y no solo porque Qamar se vista de la última luna llena de primavera. El verano está a las puertas. Las noches son más cálidas y el Universo, en su mágica magnitud, se mueve dejando que los humanos vean parte de esa magia y descubran sus trucos. Esta noche, en el cénit de Qamar, en la explosión de su máximo brillo, como si de un velo misterioso, como la sombra de un fantasma fuera, los humanos podrán ver un ligero oscurecimiento sobre su rostro cuando ella, en su abrazo terrestre, atraviese la zona de penumbra de Madre Tierra.
—¡Un eclipse, Qamar!
—¡Siiii....!
—Claro, eres luna llena esta semana sino, no podría ser. —Un eclipse lunar es un fenómeno que sucede cuando hay luna llena y puede ser total, parcial o penumbral—. ¿Estás nerviosa?
—No, por supuesto que no. Estoy contenta porque los ojos de medio mundo estarán pendientes de mí, pero no es por vanidad, es porque creo que se interesan por lo que pasa en el Universo. Y ello les anima a seguir conociendo, a explorar y a seguir creciendo...
—Pero también a destruir...
—Bueno, ya sabes que la raza humana no es perfecta —se lamentó en cierto modo—. Hoy estaré poco rato. Les dejaré con la miel en los labios y hasta pleno verano y el otoño no volveré a jugar con las sombras.
—¿Y qué te ha dicho Madre Tierra? —preguntó Elio bastante tranquilo.
—Nada. Ella sigue a su ritmo. La cosa ahí abajo no anda muy bien.
—Sí, eso he oído —respondió un tanto apesadumbrado—. ¡¡Yo también tengo un eclipse después de ti!! —exclamó para cambiar de tema y poner un poco de alegría al momento.
—¡Es verdad!, ¡un anillo de fuego! —Se sonrojó porque sabía que en esa cita ella tiene mucho que ver. Es de las pocas veces que pueden estar a solas y juntos. Un eclipse solar anular es algo maravilloso. Es estar uno frente al otro, mirarse, sonreírse, y en ese acercamiento, en ese mágico abrazo, Elio, con su inmenso calor, con su espectacular brillo, corona toda la belleza de Qamar y, como si evocara un conjuro o fuera una hechicería, ella desparece del cielo para refugiarse en ese lugar secreto vestida de luna nueva. Pero, para eso, todavía quedaban unas cuantas noches de luna y unos cuantos días de sol.
—Tendrás que avisar a Ratón. Ya sabes que se preocupa de todo y por todo.
—Le hablaré está noche y le dejaré un croquis —rio— porque con todas las faenas en las que anda inmenso ya tiene bastante con saber dónde tiene la cabeza. —Elio esbozó otra carcajada.
—Te dejo ahora porque sé que tienes que prepararte para esta noche. Por cierto, te he traído un regalo.
—¿En serio?, ¿por qué?
—Porque me apetece —le dijo, mostrándole un estupendo cuenco lleno de fresquísimas fresas silvestres. Sus favoritas.
—¡Un eclipse, Qamar!
—¡Siiii....!
—Claro, eres luna llena esta semana sino, no podría ser. —Un eclipse lunar es un fenómeno que sucede cuando hay luna llena y puede ser total, parcial o penumbral—. ¿Estás nerviosa?
—No, por supuesto que no. Estoy contenta porque los ojos de medio mundo estarán pendientes de mí, pero no es por vanidad, es porque creo que se interesan por lo que pasa en el Universo. Y ello les anima a seguir conociendo, a explorar y a seguir creciendo...
—Pero también a destruir...
—Bueno, ya sabes que la raza humana no es perfecta —se lamentó en cierto modo—. Hoy estaré poco rato. Les dejaré con la miel en los labios y hasta pleno verano y el otoño no volveré a jugar con las sombras.
—¿Y qué te ha dicho Madre Tierra? —preguntó Elio bastante tranquilo.
—Nada. Ella sigue a su ritmo. La cosa ahí abajo no anda muy bien.
—Sí, eso he oído —respondió un tanto apesadumbrado—. ¡¡Yo también tengo un eclipse después de ti!! —exclamó para cambiar de tema y poner un poco de alegría al momento.
—¡Es verdad!, ¡un anillo de fuego! —Se sonrojó porque sabía que en esa cita ella tiene mucho que ver. Es de las pocas veces que pueden estar a solas y juntos. Un eclipse solar anular es algo maravilloso. Es estar uno frente al otro, mirarse, sonreírse, y en ese acercamiento, en ese mágico abrazo, Elio, con su inmenso calor, con su espectacular brillo, corona toda la belleza de Qamar y, como si evocara un conjuro o fuera una hechicería, ella desparece del cielo para refugiarse en ese lugar secreto vestida de luna nueva. Pero, para eso, todavía quedaban unas cuantas noches de luna y unos cuantos días de sol.
—Tendrás que avisar a Ratón. Ya sabes que se preocupa de todo y por todo.
—Le hablaré está noche y le dejaré un croquis —rio— porque con todas las faenas en las que anda inmenso ya tiene bastante con saber dónde tiene la cabeza. —Elio esbozó otra carcajada.
—Te dejo ahora porque sé que tienes que prepararte para esta noche. Por cierto, te he traído un regalo.
—¿En serio?, ¿por qué?
—Porque me apetece —le dijo, mostrándole un estupendo cuenco lleno de fresquísimas fresas silvestres. Sus favoritas.
Obra de james Aponovich |
Hoy, 5 de junio, eclipse de luna prenumbral.
21 de junio de 2020:
21 de junio de 2020:
Eclipse solar anular o llamado también "anillo de fuego"
y luna nueva.
5 de julio "luna del trueno" y 30 de noviembre de 2020 "luna helada":
Eclipses lunares penumbrales.
Luna de Fresa es el nombre que los indios nativos americanos daban a la última luna llena de primavera ya que coincidía con la incipiente cosecha de fresas. En Europa, con una antigüedad de más de un milenio para esta expresión, se la denomina Luna de Miel porque dicen que a finales de junio es cuando la miel suele estar lista para ser recogida de las colmenas.
Luna de Fresa es el nombre que los indios nativos americanos daban a la última luna llena de primavera ya que coincidía con la incipiente cosecha de fresas. En Europa, con una antigüedad de más de un milenio para esta expresión, se la denomina Luna de Miel porque dicen que a finales de junio es cuando la miel suele estar lista para ser recogida de las colmenas.
No deja de parecerme curioso que en el último tiempo se hagan tan conocidos los diferentes nombres que se les da a las fases lunares. Luna de fresa, jamás lo oía hasta hace unos días. Pero suena agradable, si alguna vez se hablaba de Luna de queso en los cuentos, de fresa me gusta más. Bonita historia has creado.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda y dulce fin de semana.
De algún modo, han existido siempre pero sí es cierto que ahora parece que se escuche más. Hay muy pocas cosas nuevas sobre el horizonte pero, al ignorarlas...
EliminarUn beso, Mi Estimado Dulce, y muy feliz domingo.
Gracias por tus palabras :-)
Querida Qamar
ResponderEliminarTen cuidado esta noche con Garrampas porque hace un delicioso pastel de fresas y es capaz de querer meterte en él como ingrediente.
Besitos
Garrampas es tan dulce que nada malo puede esperarse de ella. Además, Qamar, con sus rayos plateados, pondría mucho brillo a las fresas :-9
EliminarUn besito, Ratoner.
Y hoy que además se celebra el día del medioambiente, también disfrutaremos de una luna llena y de fresa. ES muy curiosa la historia según las culturas, los nombres, y demás, de quedarme, me quedo con tu historia, Mag, es preciosa y realmente es como sentir que ella misma lo está contando como lo siente. Gracias por estas historias tan bonitas a la vez que ilustrativas.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti y muy feliz noche de Luna de Fresa ♥
Han estado presente es nuestro ADN desde el principio de los tiempos, fruto de nuestros miedos y de nuestras fantasías, de nuestras realidades. Lo desconocido podría proporcionar al ser humano la idea de que alguien mejor que él podía realizar cosas maravillosas. Todo era regalo de un ser superior. Todo nos queda... y, en el fondo, ese romanticismo a mi me gusta.
EliminarMil gracias por tus palabras y por percibir estos nocuentos de la forma que los percibes.
Un beso.
Qué bonito! Me encanta! Me haces viajar a mi infancia... entrar aquí es una delicia!
ResponderEliminarFeliz noche!
Un beso enorme!!
Una luna roja junto a una azul. ¿No es curioso y bonito?
EliminarMuchísimas gracias, Luna, por acercarte y dejarme un trocito de ti, de tu tiempo... en la humilde morada lunera.
Un beso enorme.
¡Qué suerte que hayas pasado por mi rincón de letras, porque así he tenido la fortuna de descubrir tu maravilloso blog! Durante años la mitología me apasionó mucho, pero tu relato me ha enseñado muchos conceptos que desconocía. Me tendrás por aquí a menudo.
ResponderEliminarPreciosas las ilustraciones e imágenes de tu cabecera o tu sidebar. Un placer para los sentidos haber arribado a aquí.
Un abrazo.
Bienvenida, Rebeca. Muchas gracias por corresponder a la visita. Este es un lugar un poco atípico típico, una cosa de esas que si sí que si no, que todo puede ser :-9 pero deseo que cuando vengas lo disfrutes con una sonrisa.
EliminarMuchísimos besos y mil gracias.
Una linda historia Mag, me gusto mucho espero te encuentres muy bien en estos tiempos complicados, un abrazo a la distancia
ResponderEliminarHola, Jorge, ¡qué bonita visita! me alegra mucho verte y sí andamos bien, luneando :-9 y ese mismo deseo tengo hacia ti y los tuyos.
EliminarSon tiempos complejos pero saldremos.
Un beso enorme y gracias por la visita. Estás en tu casa siempre que desees.
Gracias Mag, por aquí me quedo y cuidare mucho y cuida a la gente que amas, yo siempre deseare lo mejor para ti
EliminarMillones de gracias, Jorge. Sabes que siempre hay una caracola para ti aquí.
EliminarNos vamos viendo y sabiendo.
Un beso enorme.
Pero bueno que cajita de sorpresa más agradable, acabo de descubrir y me ha llenado de alegría,me encantan los cuentos y este ha sido genial.Es un placer leerte en esta temática...
ResponderEliminarBesos de colores💓😘
Hola, Campi :-) Me alegra que te hayas sorprendido. Pero a esto mío no lo llames cuentos porque yo no sé hacer cuentos pero sí "nocuentos" y no sé contar muchas historias al uso, solo "deshistorias" pero me encanta verte por aquí. Ven siempre que gustes. Sabes que hay una caracola para ti.
EliminarUn beso... de luna jajajja