En algún instante, aquellas teclas empezarían su baile. De momento, me conformaba con mantener los dedos sobre la hilera vigilando de tanto en tanto las GH, siendo ellas quienes parecían no quitarme ojo, esperando una oportunidad que no terminaba de llegar.
Las musas, cual amazonas, deberían asaltar la gran planicie blanca y teñirla de algún color pero, traviesas ellas, revoloteaban en otro carrusel mientras mis pensamientos eran una laguna negra perdida en algún horizonte tardío. Entre tanto, escuché el atronador silencio que anidaba en mi alma, intentando comprenderla.
(88 palabras)
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| Violet Evergaden / Akiko Takase Para las novelas escritas por Kana Akarsuki, 2014 |
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| Palabra clave: Ojo |
"Escribir Jugando" es un reto mensual de escritura creativa. Lo organiza la escritora Lidia Castro Navas desde su blog y consiste en microrrelatos o poesías con límite de 100 palabras inspirándonos en una carta propuesta y el dado que la acompaña.
Reto opcional: Que aparezca en la historia algo relacionado con la máquina de escribir (año de creación, inventor o la propia máquina):
Ha sido un placer leer tanto derroche de prosa poética, ese entramado emocional que habita en los pensamientos de la protagonista y esas metáforas exquisitas que llenan siempre tus textos.
ResponderEliminarGracias una vez más por tu aporte, Maga. No dejes de escribir, ni siquiera si te ataca el síndrome del impostor que comentábamos antes. Un abrazo grande <3
Gracias a ti, Lídia, una vez más por permitirnos participar y esbozar nuestro talento.
EliminarNo, no dejo de escribir pese a que no siempre tengo las musas a favor, las ganas o el tiempo y, bueno, ese síndrome no sé si lo tengo muy pronunciado o enraizado porque ya he aprendido a ser menos dura conmigo que no dejar de ser exigente, pero me lo tomo con más calma.
Un beso muy grande.
Un bello relato donde en pocas palabras las llenas de bellos sentimientos, esa maquina de escribir que en sus teclas están repletas de emociones y vivencias de esos dedos que las acarician y otras veces las aporrea. Un fuerte abrazo con cariño.
ResponderEliminarCampi, cuando nos enfrentamos a la realidad de escribir, o de crear, nos pueden pasar tres cosas como mínimo: que tengamos las ideas tan claras que todo fluya, que de tan claras no sepamos cómo organizarlas o que, sencillamente, no sepamos cómo rellenar el espacio en blanco que se nos muestra ante los ojos porque nuestra mente está igual de plana :-9
EliminarMuchísimas gracias, Campi, un abrazo también para ti y un beso.
Las teclas del alma son las que manda, desde allí nace todo lo que finalmente escribimos.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda y dulce fin de semana.
La mayoría de las veces, Mi Estimado Dulce, el más breve pensamiento,siendo un rumor, se vuelve ola que mece al alma.
EliminarMuchas gracias.
Un beso grande.
¡A seguir apretando esas teclas! Ya sea con una máquina de escribir como con un ordenador ;)
ResponderEliminarMe encantó tu relato.
Sobre la ilustración que escogiste: había oído hablar tanto del anime/manga 'Violet Evergarden', pero ahora me dan más ganas de empezármelo *.*
Un besazo, Mag
Hola, Dafne.
EliminarYo no conocía ni al ilustrador, ni al escritor ni al personaje pero buscando, es lo que tiene, que encuentras cosas maravillosas. Me produjo curiosidad y me pareció interesante. He de reconocer que el anime no es mi fuerte.
Nosotras que escribimos y buscamos el sentido de las palabras, las emociones y los sentimientos, bien podríamos ser uno de estos personajes llevados a la realidad, salvando el tema guerra.
Muchísimas gracias.
Un beso muy grande, Dafne.
Que bien has metido todos los elementos tan subrepticiamente... Luego miras y todos han entrado y el lector casi no se ha dado cuenta. Y la historia en realidad , es un estado de ánimo.
ResponderEliminarNo sé qué es el síndrome del impostor😭que comentas más arriba
Besooss Mag
Hola, Gabi.
EliminarEl síndrome tiene muchos vamos y viene a decir, más o menos, que es no darnos valía a lo que hemos logrado o tenemos, como si no fuéramos lo suficientemente buenos para haberlo alcanzado y que todo ha sido fruto de la casualidad y no de nuestra valía.
En el escritor vendría a ser, creo que Lídia, lo explicará mejor que yo, es como decir que no somos buenos, que todo lo que escribimos no merece la pena, que nunca lograremos sacar nada y no nos permitimos la capacidad de aprender, de imitar, como cuando éramos niños y jugábamos a ser astronautas o vaqueros o indios...
El escritor se considera no merecedor de lo que obtiene, que ser escritor es algo inalcanzable y que las cosas que les pasan a los otros escritores no nos pasarán a nosotros por que no somos como ellos.
Es un pensamiento limitante que crea frustración. No publico porque no es suficientemente bueno lo que hago. Si publico, regalo los libros porque nadie los compraría... Algo así :-9
Ya te digo, se da en la escritura y en cualquier otro campo.
Muchísimas gracias por lo que dices. Aprecio muchísimo tu opinión porque tú sí eres un escritor. Yo también eh :-9 :-)
Un beso.