Es importante mencionar que las recetas mágicas no requieren solo los ingredientes adecuados, sino también la intención y el corazón puro de quien las prepara y utiliza. Solo aquellos que buscan la magia con intención y un corazón noble podrán aprovechar mucho el poder de esta receta y experimentar sus efectos beneficiosos.
las recetas del Libro Mágico son recetas reservadas para aquellos que creen en la magia y están dispuestos a abrir su corazón a la belleza y el misterio del mundo mágico.
La receta que hoy te enseño es muy delicada, pues como la emplees mal, no sabes los resultados que puede tener. Así que lo dicho: manos limpias, corazón noble y échale imaginación. Lo demás, te lo doy yo.
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Estos panecillos tienen la capacidad de otorgar a quienes los comen la habilidad de transformarse temporalmente en cualquier ser real o imaginado que deseen. Permiten vivir una experiencia en la piel de otros y aprender sus perspectivas. Por eso aviso del cuidado que hay que poner.
► Dificultad. Una poca mucha.
► Tiempo de preparación: Na'.
► Ingredientes:
- 2 tazones de lágrimas de cocodrilo. Si no tienes lágrimas de cocodrilo, ya no puedes seguir con la receta.
- 1 pizca de rayos de sol. Si piensas cogerlos de noche, no te van a servir, porque no brillan.
- 3 gotas de magia de hadas. No es fácil, pero tampoco imposible. Busca en tus sueños.
- 1 gota de esencia de la transformación.
- 1 toque de esencia de imaginación infinita.
Nadie dijo que esta recete fuera fácil. Como orientación, te diré que primero debes creer que la vas a encontrar, porque como pienses que no, harás el viaje en balde y, como segundo te marco unas reseñas para que no te pierdas.
La esencia de la transformación es una sustancia mágica que solo puede encontrarse en los rincones más recónditos del Bosque Imaginado. Este enigmático lugar es conocido por su capacidad para cambiar constantemente su apariencia y adaptarse a los deseos y emociones de quienes lo visitan.
Para obtener la esencia de la transformación, debes aventurarte en el corazón del bosque durante la noche de luna llena, más bien porque es cuando más brillo y más verás o el tropezón será seguro. Siguiendo el suave brillo de las luciérnagas que guían el camino, se llega a un claro mágico donde se encuentra un antiguo manantial de aguas cristalinas. En el centro del manantial se alza una piedra luminosa, conocida como La piedra de las mil formas. Es en este lugar sagrado donde se realiza un ritual ancestral para invocar la esencia de la transformación. El ritual consiste en pronunciar antiguas palabras mágicas y ofrecer un gesto de corazón puro. Al hacerlo, la piedra comienza a brillar intensamente y libera una neblina iridiscente que contiene la esencia de la transformación.
Las palabras son: Morphodon metamorphus, mutabilis in aeternum.
Una vez que se ha invocado la esencia, se debe recoger con muchíííííímo cuidado la neblina. Debes hacerlo como si tus manos fueran alas de libélula azul. Ponla en un frasco de cristal especial. en el que habrás escrito tu nombre y unos símbolos que signifiquen mucho para ti.
► Elaboración:
Como sé que no vas a leer antes de empezar, te aviso. Con cada adición, pronuncia las palabras místicas para infundir el poder de la magia en la masa.
En un caldero de hechizos (basta con que pongas una cacerola con agua y flores a la luz de la luna), mezcla las lágrimas de cocodrilo, los rayos de sol y las gotas de magia de hadas. Remueve despacio con una varita mágica (ponle fe) hasta que todos los ingredientes estén bien fusionados.
Agrega la esencia de la transformación y la esencia de imaginación infinita. No las eches al mismo tiempo. Espera unos segundos entre una y otra.
Con tus manos mágicas, amasa la mixtura hasta que se convierta en una masa suave y brillante.
Divídela en pequeñas porciones y dales forma de panecillos, o lo que te salga.
Colócalos en una bandeja que habrás lavado con el agua de las flores y deja reposar hasta que la magia se potencie.
Precalienta el horno a la temperatura de los sueños (la que te inspire mayor magia) y luego hornea los panecillos hasta que adquieran un resplandor misterioso y desprendan un aroma que no sepas definir, pero que te recuerde a las flores en primavera o al frescor de la mañana.
Deja que los panecillos se enfríen un poco antes de probarlos. ¡¡No se te ocurra congelarlos, pues perderán todo su poder!!
Recuerda que cada panecillo te transportará a un mundo de transformaciones y fantasías. Tampoco te pases comiendo y luego no sepas quién eres. ¡Disfruta de su poder mágico y saborea la magia de la imaginación! Después, me cuentas cómo te ha ido.
Si te sientes como un gato, es que eres un gato.
Si deseas saber más cosas sobre el Libro Mágico, invoca su magia con el poder de Qamar.
Hay que tener mucha suerte para que todo salga bien.
ResponderEliminarSaludos,
J.
La suerte no lo es todo, José. A veces hay que poner algo de nuestra parte, aunque es cierto eso de estar en el momento justo :-)
EliminarMil gracias por tu visita y comentario.
Besos.
Se ven apetitosos esos panecillos y con ese poder, más aún. Aunque los ingredientes no son fáciles, ya con las lágrimas de cocodrilo me vine abajo :( A ver si pillo alguno triste por allí :D
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda y dulce mes.
¡Si las lágrimas de cocodrilo son las que más abundan!, solo que cuando las vemos o creemos que estamos a punto de verlas, las ignoramos :-)
EliminarLa verdad es que con esos colores y esa magia tienen que estar de rechupete :-)
Muchas gracias por la visita, Mi Estimado Dulce.
Un beso enorme.
Soy un gato, soy un gato, soy un gato... Ja, ja, ja... divertida receta tal y como la has planteado. Te aseguro que a mí me saldría cualquier forma menos de bocadillo. Me ha encantado, mi querida amiga. Pura magia.
ResponderEliminarMil besitos con todo mi cariño y un achuchón apretaooo, ah, y feliz agosto ♥
Vivimos en los tiempos de las soluciones fáciles para los problemas complicados, ¿no venden algo así en el supermercado? Me he quedado atascado con las lágrimas de cocodrilo, en el lago al lado de casa ya no queda ninguno, se los comieron las gaviotas y esas no lloran, nunca.
ResponderEliminarMi querida Mag, me ha súper encantado. ¡Manos a la obra! Besos :D
ResponderEliminarMe encantan las preparaciones mágicas. Las lágrimas de cocodrilo las he reemplazado por las de yacaré (por las islas en las que vivo no medran los cocodrilos) y me ha quedado una combinación fantástica. He tratado de no abusar de los panes. Sentado a la orilla del arroyo, a la luz de la luna, me he mirado en el remanso como si fuese un espejo y veo una transformación increíble en mi aspecto, tan increíble que me da miedo revelarla.
ResponderEliminarDisfuto enormemente de tu imaginación, Magda.
Muchos cariños.
Ariel
Me encantó esta historia mágica, ese libro de recetas lo quiero en mi colección, pues amo cocinar y veo que allí hay recetas maravillosas.
ResponderEliminarFelicitaciones, me hiciste soñar despierta, un abrazo.
PATRICIA F.